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¿Qué es un linfoma y cuáles son sus posibles efectos?

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Mujer con cáncer tumbada en cama de hospital

Tiempo de lectura: 4 minutos

El cáncer es una preocupación mundial debido a su alta mortalidad y al impacto que tiene en la calidad de vida de quienes lo padecen. En este sentido, el linfoma es uno de los tipos de cáncer que afecta el sistema inmunológico, y su incidencia está en crecimiento.

Este artículo está diseñado para informar sobre las causas, factores de riesgo y opciones de tratamiento del linfoma. La comprensión sobre esta enfermedad es fundamental para identificarla a tiempo y mejorar el pronóstico mediante el tratamiento adecuado. 

¿Qué son los linfomas?

Los linfomas son cánceres que afectan el sistema linfático, una parte crucial del sistema inmunológico del cuerpo humano. El sistema linfático incluye los ganglios linfáticos, el bazo y otros tejidos que ayudan a combatir infecciones.

Un linfoma se origina cuando los linfocitos, un tipo de glóbulo blanco, comienzan a multiplicarse de manera descontrolada. Esto puede causar la formación de tumores en distintas áreas del cuerpo, como los ganglios linfáticos, el hígado o la médula ósea. 

Tipos de linfoma

Existen dos tipos principales de linfoma: el linfoma de Hodgkin y el linfoma no-Hodgkin. Cada uno tiene características específicas que influyen en el tipo de tratamiento que se recomienda para cada paciente.

Conocer los rasgos distintivos de cada tipo es crucial, ya que esto permite un abordaje personalizado que maximiza las posibilidades de éxito en el tratamiento. Para más información sobre los diferentes tipos de linfoma, puede consultar Penn Medicine.

Linfoma de Hodgkin

El linfoma de Hodgkin es uno de los tipos de cáncer con mayores tasas de curación, especialmente cuando se detecta en sus primeras etapas. Este tipo de linfoma se distingue por la presencia de células grandes conocidas como células Reed-Sternberg.

El subtipo más común de linfoma de Hodgkin es la esclerosis nodular, la cual se trata con diferentes enfoques terapéuticos. Para obtener más información, puede visitar American Society of Clinical Oncology. También puede consultar sobre esclerosis múltiple en Bupa Salud.

Linfoma no-Hodgkin

El linfoma no-Hodgkin abarca una amplia variedad de subtipos, que incluyen linfomas de células B, células T y células NK. La agresividad y el pronóstico de este tipo varían considerablemente según el subtipo y la extensión del cáncer.

Debido a esta diversidad, el tratamiento del linfoma no-Hodgkin puede implicar terapias específicas ajustadas a las características del paciente, para optimizar las probabilidades de éxito. 

Mujer mayor con cancer sentada en la cama de hospital

Causas del linfoma

Las causas exactas del linfoma aún no se conocen con certeza, aunque se ha vinculado con mutaciones genéticas en los linfocitos. Estos cambios genéticos pueden llevar a un crecimiento celular incontrolado que provoca el desarrollo del cáncer.

Algunos factores de riesgo incluyen la predisposición genética, la infección por VIH y la exposición a ciertas toxinas. Para más información sobre este tema, puede revisar Health Direct

Factores de riesgo

Existen diversos factores que pueden influir en la probabilidad de desarrollar un linfoma, como la edad y el género, los cuales pueden modificar el riesgo de manera significativa.

Edad

El riesgo de linfoma suele aumentar con la edad. En particular, las personas mayores presentan una mayor probabilidad de desarrollar esta enfermedad debido a la acumulación de mutaciones celulares a lo largo de la vida.

Detectar los signos a tiempo y realizar chequeos médicos periódicos pueden ser claves para su diagnóstico temprano en adultos mayores.

Género

Se han observado variaciones en la incidencia del linfoma según el género. Factores hormonales, genéticos y ambientales pueden influir en estas diferencias.

Para una perspectiva más amplia sobre los factores de riesgo en el linfoma, puede visitar Global Cancer Statistics 2020

Síntomas de los linfomas

Los síntomas de los linfomas pueden ser inespecíficos y confundirse con otras enfermedades, lo cual complica su diagnóstico temprano. Los síntomas comunes incluyen ganglios inflamados, fiebre persistente, sudoración nocturna, pérdida de peso, picazón y fatiga.

La sintomatología puede variar dependiendo del tipo de linfoma y su localización en el cuerpo. Para más detalles sobre los síntomas, puede visitar Mayo Clinic

Mujer joven con cáncer en la cama de un hospital hablando con su médico

¿Cómo se realiza el diagnóstico?

El diagnóstico de un linfoma comienza con una evaluación física y una revisión exhaustiva de los antecedentes médicos. Esto permite identificar signos que pueden ser clave para el diagnóstico inicial.

Pruebas de imagen como tomografías y resonancias magnéticas, además de biopsias, son fundamentales para confirmar la presencia de linfoma. Para más información, consulte Mayo Clinic

Etapas de los linfomas

La estadificación del linfoma es esencial para determinar el tratamiento adecuado, ya que permite conocer la extensión del cáncer en el cuerpo. Las etapas van de 1 a 4 y se determinan según la localización y tamaño del linfoma.

Para una explicación detallada sobre la estadificación de los linfomas, puede consultar Lymphoma Action. Asimismo, le recomendamos revisar información sobre estadificación y clasificación del cáncer en Bupa Salud. 

Tratamiento de los linfomas

Los tratamientos para el linfoma pueden ser efectivos en el control e incluso en la curación de la enfermedad. La elección del tratamiento dependerá de varios factores, incluidos el tipo específico de linfoma y la etapa en la que se encuentre. 

Hombre recibiendo tratamiento intravenoso

Quimioterapia

La quimioterapia utiliza medicamentos potentes para destruir las células cancerosas. Generalmente, se administra en ciclos para maximizar su efectividad y reducir los efectos secundarios en el paciente.

Radioterapia

La radioterapia utiliza radiación de alta energía para eliminar las células malignas. Este tratamiento se aplica en áreas localizadas y es muy efectivo en ciertos casos de linfoma.

Trasplante de médula ósea

Para casos de alto riesgo, como algunos linfomas de Hodgkin y no-Hodgkin, se considera el trasplante de médula ósea. Este procedimiento incluye quimioterapia, radioterapia y trasplante de células madre.