¿Cómo prevenir un infarto?: guía completa para cuidar tu corazón

Factores de riesgo del infarto y cómo controlarlos

Una de las causas más comunes del infarto, según el National Heart, Lung and Blood Institute es la enfermedad de las arterias coronarias, que afectan la capacidad del organismo de transportar sangre rica en oxígeno al músculo cardíaco.

Esto último, está vinculado a una serie de factores de riesgo, que influyen en la acumulación de placa en las arterias, haciendo que se estrechen. Estamos hablando desde condiciones médicas particulares, como el sobrepeso y la obesidad, hasta factores que tienen que ver con los hábitos y el estilo de vida.

Riesgo de obesidad abdominal y síndrome metabólico

El síndrome metabólico, que es una combinación de características como obesidad abdominal, presión arterial alta, niveles bajos de colesterol bueno, y niveles altos de triglicéridos y glucosa sanguínea, es uno de los principales factores de riesgo del infarto o ataque cardíaco, según resalta Mayo Clinic.

De hecho, este síndrome hace que las personas sean dos veces más propensas a sufrir un infarto que quienes no lo tienen.

El impacto de la hipertensión y la diabetes

El artículo de Mayo Clinic que recién citamos también señala a la hipertensión como uno de los factores que aumenta el riesgo de infarto. Esto sucede porque, con el tiempo, la presión arterial alta puede dañar las arterias que conducen al corazón.

Además, cuando la hipertensión se presenta junto a otras condiciones, como la obesidad, el colesterol alto o la diabetes, el riesgo aumenta aún más.

Hay que tener presente que la diabetes tiene este efecto porque también daña los vasos sanguíneos. Te recomendamos leer nuestro artículo sobre cómo prevenir la diabetes para que aprendas de qué manera puedes tener una vida más saludable.

Colesterol alto: ¿por qué controlarlo es clave?

Tener el colesterol alto aumenta significativamente el riesgo, porque influye en la formación de la placa que estrecha y endurece las arterias. Cuando esto último sucede, se dificulta el flujo sanguíneo hacia el corazón, algo que ya resaltamos en la introducción de este apartado sobre los factores de riesgo del infarto.

En este sentido, el riesgo de padecer un infarto se puede reducir con tan solo mantener los niveles de colesterol dentro de un rango normal.

Tabaquismo y estrés: dos enemigos del corazón

Por último, tenemos que hablar de las consecuencias del tabaco y del estrés para la salud del corazón. Fumar no solo daña los pulmones, sino también el sistema cardiovascular, sobre todo porque los químicos que contiene el tabaco deterioran significativamente las arterias y reducen los niveles de oxígeno en la sangre.

En cuanto al estrés, uno de los factores de riesgo más importantes, según Yale Medicine, hay que señalar que puede causar niveles muy altos de inflamación en el cuerpo, lo que contribuye a la formación de placa en las arterias; y liberar cantidades muy altas de adrenalina y cortisol, lo que aumenta la presión sanguínea y eleva los niveles de colesterol, triglicéridos y azúcar en sangre. 

Estrategias para mantener un corazón saludable

Hay factores de riesgo que no se pueden controlar, como lo son la edad, los antecedentes familiares de infarto, o una afección autoinmunitaria. Sin embargo, existen otros, como los que mencionamos en puntos anteriores, que sí se pueden controlar.

Esto significa que es posible realizar algunos cambios para tener un corazón más saludable y reducir el riesgo de padecer de un infarto.

Lo más importante es adoptar un estilo de vida saludable, realizando cambios en la alimentación, el control del estrés y el nivel de actividad física que se realiza cada día.

Actividad física regular

Ya en otros artículos hemos hablado de los ejercicios de bajo impacto y de los beneficios del entrenamiento de fuerza. Sin embargo, vale destacar que aumentar el nivel de actividad física es una de las mejores estrategias para prevenir los infartos.

El Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS por sus siglas en inglés) habla de esto, y explica que la actividad física ayuda a las personas a controlar su peso corporal, a la vez que reduce los niveles de colesterol, regula la presión sanguínea y mantiene saludable el sistema circulatorio.

Alimentación sana y equilibrada para proteger tu corazón

El NHS también habla de la importancia de tener una alimentación sana, especialmente una dieta cardiosaludable. Este tipo de dietas se caracteriza por ser baja en grasas, y tener un alto contenido de fibra, por lo que incluye cantidades abundantes de frutas y verduras.

Además, también es necesario controlar la cantidad de sodio que se consume, porque mucha sal aumenta la presión arterial; y evitar los alimentos con grasas saturadas, como los embutidos, la manteca y cualquier producto con aceite de palma o de coco.

Técnicas de control del estrés para el bienestar general

De igual manera, algunos artículos especializados explican cómo controlar la ansiedad y el estrés, ya que como mencionamos antes, la liberación de cortisol y otras hormonas vinculadas al estrés tiene un impacto negativo sobre los vasos sanguíneos.

Aprender algunas técnicas de relajación y respiración puede ser muy útil. Los ejercicios que se enfocan en esto son una gran herramienta para la protección de la salud cardiovascular. 

Medidas de prevención en casa para cuidar tu corazón

Para prevenir un infarto es importante monitorear los niveles de colesterol, la presión sanguínea y las condiciones médicas que puedan afectar la salud cardiovascular. Además, se debe acudir a un especialista para obtener recomendaciones personalizadas, y tener bajo control los factores de riesgo.

Sin embargo, hay medidas que no dependen exclusivamente de un médico, y que se pueden implementar desde casa. En este punto es importante recordar lo que ya mencionamos sobre tener un estilo de vida saludable, practicando suficiente actividad física y prestando atención a los alimentos que se consumen.

Asimismo, se debe evitar el tabaco y el humo de segunda mano, ya que también son factores importantes en el desarrollo de las enfermedades cardiovasculares.

¿Cómo prevenir un infarto mientras duermes?

Para prevenir un infarto mientras se duerme, se deben tomar las mismas medidas que ya mencionamos. Adicional a esto, algunos especialistas recomiendan tener una buena higiene de sueño, asegurándose de dormir lo suficiente todos los días, y evitar estimulantes como el alcohol y el café antes de acostarse a dormir. 

¿Qué hacer para prevenir un infarto cuando hay síntomas?

Ya vimos qué medidas se pueden tomar a largo plazo para prevenir un infarto. Pero, ¿qué hacer cuando se presentan síntomas de infarto?, ¿cómo se puede prevenir un ataque cardíaco justo antes de que suceda?

Medical News Today señala que no hay forma de detener un ataque cardíaco en el momento en el que se está presentando, por lo que lo mejor es prestar atención a las señales de advertencia y buscar atención médica de forma inmediata.

Señales de advertencia de un infarto

El Centers Disease Control and Prevention habla de los síntomas o señales de advertencia de un infarto, y dentro de ellas destaca:

• Dolor o malestar en el pecho.
• Sensación de debilidad y mareos.
• Dolor o malestar en uno o ambos brazos.
• Dificultad para respirar.

La presencia de estos síntomas es un indicador de que la persona puede estar sufriendo un ataque cardíaco, por lo que es necesario buscar ayuda.

La importancia de actuar rápidamente ante un infarto

Recibir atención de forma inmediata puede hacer la diferencia, ya que entre más rápido se reciba tratamiento, menor es el daño que sufre el músculo cardíaco. Además, las posibilidades de sobrevivir al infarto aumentan cuando se recibe atención médica de forma temprana.

Acude al centro médico más cercano y llama a emergencias

Ante la sospecha de un infarto, cada segundo cuenta, y saber cómo reaccionar rápidamente puede salvar vidas. Si tú u otra persona experimenta síntomas como los que mencionamos antes, es fundamental contactar a los servicios de emergencias o acudir al centro médico más cercano.  

Pasos a seguir en caso de sentir síntomas de infarto

Los primeros auxilios cuando se presenta un infarto implican una serie de pasos, dentro de los que se incluye llamar a los servicios de emergencia, realizar la técnica de reanimación cardiopulmonar (RCP) si la persona no tiene pulso o deja de respirar, y en caso de que sea posible, utilizar un desfibrilador externo automático.

Lo más importante, en caso de que no se tenga experiencia en primeros auxilios, es llamar a los servicios de emergencia y seguir todas sus instrucciones. 

Recursos y servicios de apoyo para la prevención cardiovascular

Debido a que son una de las principales causas de muerte en todo el mundo, existen muchos recursos y servicios de apoyo para la prevención de las enfermedades cardiovasculares.  

De hecho, en la mayoría de los países hay programas de salud pública que no solo brindan información general, sino que buscan educar a las personas sobre los factores de riesgo que afectan la salud del corazón, y sobre las medidas preventivas que se pueden tomar.

Incluso, dependiendo del lugar en el que te encuentres, es posible obtener consultas médicas gratuitas y acudir a centros de rehabilitación cardiovascular. 

Conclusión

En este artículo te explicamos cómo prevenir un infarto, que complementa a nuestro otro artículo que habla de cómo prevenir enfermedades cardiovasculares y reducir los factores de riesgo que pueden llevarte a sufrir un infarto. Hay que tener presente que una buena parte de estos factores se pueden controlar, y que depende de ti realizar cambios que te permitan tener una vida más saludable.